lunes, 30 de marzo de 2009

NOTA A LA BRISKI


Con la simpatía con la que se la puede ver en televisión o escuchar en radio, la actriz se presenta en el café en el que acordamos la cita para realizar esta nota. Durante la misma insiste con la idea de que “la comicidad es el lenguaje con el que me identifico”.
A la hora de hablar de la enfermedad que la abordó a fines de 2004, se pone seria y asegura que “no me molesta hablar del tema pero tampoco me siento una protagonista por haber pasado por una enfermedad, pienso que los protagonistas pasan por otros lados”. De todos modos reconoce que: “no te niego haber tenido miedo e incertidumbre…”
Mariana ¿Por qué elegís la comicidad?
-No es algo que me propuse, creo que tiene que ver con donde pude conectarme en el decir, yo estudie actuación pero a partir del humor me encontré con un espacio en el decir y de llegar al otro mucho mas fuerte que con otros lenguajes. Entonces empecé a trabajar mucho al humor, incluso desde lo trágico, estudie técnicas de clown. El humor no solo desde el punto de entretener y hacer reír, sino también del poder decir. Es un espacio también de mucha libertad para mí.
Lo natural es cuando te identifica, que no quiere decir que hacerlo sea fácil, o difícil pero tiene que ver con eso.
Comenzaste en el grupo under “Las Barbys” ¿Cómo fué esa etapa en tu vida?
-Sí sí, me inicié con “Las barbys”, estaba con Sandra Monteagudo. Estuvimos como seis años, en esa época era como que la palabra underground se usaba mucho, de ahí salieron “El club del Clown”, “Las Mellis”, “Las Picuditas”, entre otros.
Yo creo que nosotros nos conectábamos en esto del under no solo porque el espacio en el que hacíamos las obras no era comercial, además porque tenía que ver con la autogestión digamos eran proyectos en los que no participaba un director, no había una infraestructura de un productor, sino que éramos nosotros los que cubríamos todas las áreas.
Igualmente sos autora, guionista, actriz, directora, productora… ¿A vos te gusta participar plenamente del proyecto no?
-Si, me encanta escribir, me cuesta entender un proyecto sobre todo teatral sino puedo participar desde todos esos lugares, eso también implica otro alcance, porque yo no tengo una productora ni una infraestructura tan comercial, pero tiene que ver con que el laburo pasa mucho por donde quiero que este. Se trata de no depender de la mirada de otro que te diga que se hace y que no.
Durante 2005 atravesaste por un momento difícil en tu vida personal, a raíz de que se te detecto cáncer de mama. Actualmente, se puede decir que has vencido la enfermedad, ¿Cómo llevaste acabo el proceso y como te sentís al respecto?
-Si, fue a fines de 2004 y principios de 2005. Fue difícil como cualquier enfermedad, donde hay mucho por hacer pero también los parámetros de la situación pareciera que no te van a permitir hacer nada. Es una situación novedosa y como todo lo novedoso genera incertidumbre.
No me creo una heroína por “haber salido”, además que no es que salí, siempre me sigo controlando, y de hecho es lo que tengo que hacer. Me alejé de la situación límite pero siempre hay que controlarse.
Considero que hice lo que tenia que hacer, no te niego haber tenido miedo e incertidumbre pero aunque no me molesta hablar del tema, tampoco quiero ser una protagonista de una historia, cuando siento que los protagonistas pasan por otro lado.
Es una situación novedosa que genera impotencia y tristeza y además es transformadora y en ese sentido genera o vértigo o creatividad.
Traté de llevarla adelante con la mayor paciencia y espiritualidad.
¿Te cambió en algo como persona?
-En principio creo que lo que importa es que estoy viva y puedo seguir transformando, pero no creo que una enfermedad sea lo único que te cambie, en todo caso eso depende de cómo uno tome a las enfermedades.
¿Qué proyectos tenés para este año?
-En primer lugar seguir con el taller de comicidad dictado en el teatro Garganzua (Jorge Newbery y Córdoba), el cual consiste en dos subtalleres: uno de práctica escénica que se basa en el armado de un número para presentar en una estructura de café concert, El otro es de entrenamiento.
Además después de las vacaciones empiezo a dirigir un unipersonal de la actriz Débora Gaspel, y se estrenó la película que hice a principios de año “Motivos para no enamorarse”. También sigo en la Rock and pop y estoy trabajando con la gente de “Paka-paka” en el canal de cable “Canal Encuentro”.
Mirna, la contreras
Si se habla de desempeñar roles, a Mariana todos le quedan bien, eso es lo que se puede apreciar sea cual fuere el ámbito en el que participe.
Con personajes propios como: Teresita, Alma, la Chechu, Miguelito, Deby, Marisol y Vicky la modelo entre otros, Mariana sostiene que “los personajes siempre son de uno y a partir de ahí de la gente que a la que estos identifican.
Pero Briski decide describir hoy a uno en especial y dice “la mayoría de los personajes que hago en la radio eran presentados en el espectáculo “Café Concert”, por ejemplo Mirna que salía a escena como si fuera al teatro o a un bar, hablando por teléfono, y dudaba de los supuestos contactos de la agenda de su teléfono.
Era el personaje con el que mas improvisaba, era una “contrearas”, contradecía en todo a todos, la gente participaba mucho con este personaje durante el espectáculo.
Después surgió en el programa de la negra en la radio (radio portátil con Elizabeth Vernaci en la Rock and pop), en donde la peleaba todo el tiempo y la contradecía en todo a Elizabeth, en una supuesta llamada telefónica de una oyente que sale al aire.

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